Hacer radio es una experiencia muy particular. Por más que estuviéramos nerviosos, hasta el más tímido se termina soltando. Más que nerviosismo es ansiedad la sensación, ansiedad de hacer algo nuevo, diferente, de exponerte tal como sos ante personas que no ves o no sabes quienes pueden ser los que te vayan a escuchar. Te terminas olvidando que atrás del micrófono hay gente que te está escuchando; eso ayuda a soltarte y a relajarte, logrando no solo abrirte más al oyente, sino también logras disfrutar más la increíble experiencia. En esta ocasión, nos divertimos mucho haciendo el programa al aire; a tal punto que un programa de 40 minutos nos pareció corto. Apuntamos ya desde las secciones y el contenido en general que fuera un programa que te relajara y te hiciera reír un rato. Tomamos el programa como un momento para distraernos, para descargarnos, para transmitir desde la modalidad del programa, lo que es una charla con amigos, con indirectas, con chistes, con comentarios, y sobre todo, muchas pero muchas risas. Esperamos que nuestros oyentes se hayan divertido al escucharlo, igual que nosotros mientras lo grabábamos.
